
En los dos días previos tuvo lugar un entreno, del que disfrutaron los que por tener fiesta de la Mercè tenían más fácil faltar al cole.
Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario